Hoy quiero dedicar este post al corazón que es la bomba de la vida, el órgano encargado de
llevar la sangre a todos los demás órganos del cuerpo, trasportando nutrientes
y desechos para su eliminación. Su buen funcionamiento es fundamental para
estar sano.
Enfermedades como el colesterol, problemas de circulación, o
hipertensión pueden dañarlo seriamente.
El colesterol en sí no es malo, solo cuando excede de los
valores normaleses cunado se pude convertir en un riesgo para nuestro corazón. El
aumento del colesterol en la mayoría de los casos se debe a alimentación,
aunque en algunos casos hay predisposición genética. En este caso puede ser una
causa de mortalidad a edades tempranas por infartos, y otras enfermedades como
problemas de tiroides, diabetes, cirrosis o la toma de algunos medicamentos
pueden elevarlo.
Es evidente que no podemos controlar los factores
hereditarios, pero es necesario que tengamos en cuenta todos aquellos en los
que podemos incidir por nuestra volundad, llevar una dieta sana, rica en grasas
insaturadas y alimentos ricos en fibras(frutas y verduras), realizar ejercicio
regularmente, mantener un peso adecuado, evitar el consumo de alcohol y tabaco,
el consumo de habitual de ajo, alcachofa, te verde, chia o lecitina de soja,
ayudaran a controlar los niveles de colesterol.
Una mala circulación también puede dañar el corazón, sus principales manifestaciones
son las varices y las hemorroides, la mejor manera de prevenir o mejorar estas
molestias es seguir una dieta equilibrad rica el frutas y verduras, legumbres y
cereales integrales, evitando la sal, el picante y el alcohol; hacer ejercicio
a diario, no cruzar las piernas cambiar de postura con frecuencia, duchas de
agua fría en las piernas, usar calzado cómodo y evitar las fuentes de calor
directo. Plantas como el castaño de indias el ciprés o la vid roja, el ginkgo
biloba o el espino blanco favorecerán la circulación.
La hipertensión es un problema que afecta a mas de un 20% de
la población y es la primera causa de muerte en nuestro país, no produce
síntomas, por ello la importancia de su detección y control. No se conoce su
causa pero se sabe que hábitos como el
consumo de alcohol y tabaco, estrés, la vida sedentaria y el sobrepeso, la favorecen. Es recomendable seguir una dieta baja en sal,
controlar el peso, consumo moderado de alcohol y bebidas excitantes como el
café o la coca cola, dejar de fumar, practicar ejercicio o actividades como el
yoga, incluir en nuestra dieta espino blanco, olivo o ajo da buenos resultados para
controlar la tensión, y así cuidaremos la salud de nuestro corazón.
Terapias como la acupuntura o el biomagnetismo también
pueden ayudarte en el control de estas enfermedades que pueden dañar tu
corazón.
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