¿Realmente tengo hambre o como
por otro motivo?
Desgraciadamente hoy en día
vivimos en una sociedad en la que se busca la gratificación inmediata, desde
pequeños cuando llorábamos nuestros padres nos calmaban con galletas, bollos,
chocolate… , es decir cuando sentíamos emociones negativas o miedos se nos
gratificaba con chuches que nos calmaban inmediatamente.
Así aprendimos a buscar una
solución rápida a nuestros problemas, o a buscar alivio rápido.
Existen muchas formas de
gratificación rápida y de evasión, pero la que está al alcance de todos, desde
que somos bebés, es la comida. Pero recurrir a ella como solución, como a
cualquier otra cosa, no es una solución, cualquier adicción es mala.
Comer sin hambre no es bueno, ¿sorprendido?,
es dañino pero no solo a nivel físico sino también emocional,
comer sin que lo necesitemos sobrecarga nuestro organismo, lo que no
necesitamos se va a convertir en grasa o incluso tóxinas que poco a poco
afectarán al funcionamiento de todo nuestro organismo pudiendo llegar a causarnos daños irreparables, y a nivel emocional se va
a convertir en una “solución” engañosa a nuestros problemas o temores, y nos va
a impedir resolver la causa de esas emociones negativas.
Para cambiar tu relación con los
alimentos debes de adoptar una dieta saludable, hacer ejercicio, desechar
la creencia de que la comida soluciona tus problemas y pensar que esto no es instantáneo, es un proceso que ocurre poco a poco.
Hoy por hoy el estresante ritmo que llevamos nos impide disfrutar del acto de comer, por ello te invito a convertir el acto de comer en
algo que hagas conscientemente, no viendo la tele sin disfrutar de lo que
tomas, comiendo como un pollo para luego repetir porque no lo has disfrutado, ¡no!, tienes que sentarte a la mesa apreciar lo que te vayas a comer, masticarlo
bien, apreciar su olor, su color, su textura… la sensación de estar lleno y
satisfecho llegará antes, y comerás incluso menos que antes.
No obstante, si estás comiendo
para satisfacer una emoción negativa o un problema no resuelto, solo tú sabes
qué es lo que te lleva a comer demás o sin hambre (tristeza, rabia, soledad,
miedo, etc.) y confiando en ti mismo y buscando ayuda podrás cambiar esta
conducta nada saludable.
En Terapias Complementarias te
ayudamos a través de la Medicina Tradicional China a conseguir éste cambio.
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